
Mi gordo, otra vez saliste a las calles a celebrar fiestas gringas trasplantadas ... pero esta vez no lo hiciste solito, sino que con tu hermana como cómplice.
Un esqueleto y una sandía, mi campeón y su hermana, una princesita. Por la que siempre me preguntas “cuando viene” y me pides llevarla contigo.
Lindo mi chico, ya tiene 2 calabazas con dulces y una medalla por las Olimpíadas del Jardín, todo en menos de 10 días ... “shís soy patúo” como dices ahora.
Te amamos.
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