Hijo mírame a los ojos...
Te amo.
Mi pequeño niño, tanto tiempo sin verte, tanto tiempo sin sentir tu voz de hombre chico, de juguetón; tanto tiempo sin bañar tu cuerpecito ni secar tus lagrimitas. De jugar ambos papa-hijo, de perseguirnos por tu casa. Te amo y estoy contento porque estés de viaje, pero yo acá estresado yéndome casi siempre muy tarde, sin tener espacio ni justificación para irme temprano a verte. Echándote de menos, sólo espero el momento de volver a verte que aunque tú eres muy chico y lo olvides, yo siempre recordaré el día que nos juntemos acá en Santiago. Te amo mucho y pienso cada día en ti. Mi muchacho, mi regalón. |
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home